«Artículo de opinión de Pilar Gomez en Ara .cat que queremos compartir con todos vosotros.»
No extraña a nadie que los niños sean diagnosticados con trastornos psicológicos y tratados con psicofàrmacos. Pasa el mismo con adultos que consumen medicamentos que tratan los estados de ánimo. El sistema sanitario promueve el consumo de psicofármacos para tratar tantos malestares como tenemos las personas a lo largo de la vida. Si nos pedimos qué diferencia estas sustancias que modifican el estado de ánimo de aquellas que, con idéntico objetivo, son ilícitas, la respuesta apunta a la seguridad: las drogas vendidas a la farmacia han sido evaluadas con cuidado y se han hecho muchos estudios antes de ser legalizadas y de permitir la venta.