Es evidente que al comer más de lo que el cuerpo gasta diariamente terminaremos engordando, sin embargo, lo verdaderamente importante es considerar cómo engordamos para evitar que además de un tema estético, se convierta en un severo problema de salud, ya que exceso de grasa no es lo mismo que exceso de peso.
En cualquier caso, a lo largo de este post queremos enfocarnos en los efectos y peligros que tiene el exceso de grasa en el organismo.
La grasa corporal
Dentro del organismo hay diversas clases de grasas que resultan muy importantes; destacando especialmente la grasa marrón o parda, la grasa blanca (la cual compone la mayor parte de la grasa en el cuerpo) y la grasa subcutánea (la cual ayuda a aislar el cuerpo de las temperaturas climáticas), razón por la cual la grasa corporal, también denominada como tejido adiposo, resulta importante para la termorregulación.
Y aunque la grasa corporal resulta necesaria y beneficiosa para el cuerpo, y su excesiva reducción podría llegar a poner en riesgo la vida; el exceso de ella daría lugar a la obesidad, lo cual podría terminar causando diversas patologías asociadas.
Es por eso que resulta importante entonces asegurarse de mantener un porcentaje de grasa corporal que se encuentre dentro del rango normal, de modo que sea posible evitar los peligros y efectos del exceso de grasa corporal.
¿Cuáles son los efectos y peligros del exceso de grasa corporal?
Aunque ya señalamos que la grasa corporal es importante para el organismo, resulta indispensable evitar que la misma sea excesiva, de lo contrario se podrían presentar los siguientes riesgos y efectos sobre la salud:
1. Enfermedades cardiovasculares
Entre los principales peligros que tiene el exceso de grasa corporal, se encuentran los problemas cardiovasculares, lo cual supone un gran riesgo de terminar desarrollando hipertensión.
Esto es así debido a que el exceso de tejido adiposo causa que las venas y arterias sean cada vez más rígidas, permitiendo que la grasa se adhiera a su alrededor y relentice la circulación sanguínea, al mismo tiempo que hace que la misma sea más espesa.
Todo esto suele acabar dando lugar al desarrollo de alguna enfermedad de tipo cardiovascular.
2. Hipertensión
De acuerdo con investigaciones, se señala que la hipertensión suele surgir 2-3 veces con mayor frecuencia en personas obesas, de modo que a medida que aumenta el nivel de grasa corporal, también aumentan las cifras de la tensión arterial.
Así, cuando se trata de hipertensión por obesidad, es usual que dicho problema logre controlarse al ir reduciendo los niveles de tejido adiposo en el organismo, pero surgirá nuevamente al volver a tener exceso del mismo.
De igual manera, la zona en la que se localiza la grasa consiste en un factor importante, por lo que cuando está alrededor de las piernas, nalgas y/o caderas, existe un menor peligro de desarrollar hipertensión en comparación a cuando la grasa se encuentra acumulada alrededor del abdomen o tronco.
Por eso, en ciertos casos no es preciso tomar medicamentos, sino solo regular los niveles de grasa para poder controlar la tensión arterial.
3. Diabetes tipo 2
La diabetes se encuentra igualmente entre los efectos y peligros causados por el exceso de grasas en el cuerpo, ya que a causa de las grasas el metabolismo empezará a relentizarse, al igual que el proceso para sintetizar los azúcares y en consecuencia, surgirán problemas para poder producir la insulina, es decir, la sustancia que tiene el propósito de regular el azúcar presente en la sangre.
Cabe decir que esta clase de diabetes es denominada popularmente Diabetes Mellitus o tipo 2, y se distingue porque aunque no requiere de la inyección de insulina, es esencial asegurarse de regular los niveles de azúcar a través de medicamentos.
De lo contrario, los trastornos generados por la diabetes podrían terminar siendo bastante severos, especialmente en zonas específicas del organismo, por ejemplo, los riñones, los nervios periféricos y/o los ojos.
4. Gota
El desarrollo de gota podría estar causado por diversos factores, incluyendo el genético, el cual suele ser el causante de esta enfermedad en alrededor del 6-18% de las ocasiones.
Y se considera que la principal causa de gota suele ser la obesidad, debido a que el exceso de grasa acumulado en el organismo incrementa de igual manera las probabilidades de padecer gota, y también hiperuricemia, o dicho de otro modo, incremento de ácido úrico.
Y es que al consumir una mayor cantidad de calorías de las que requiere el cuerpo, también se produce un aumento en la producción de ácido úrico, es decir, de los desechos generados por la metabolización de las purinas dentro del organismo, el cual es el responsable último de la enfermedad de gota al generar un defecto enzimático.
5. Apnea del sueño
Finalmente, otro peligro del exceso de grasa, consiste en el aumento de los problemas que puede presentar el aparato respiratorio al no cumplir adecuadamente con su función, ya que los altos niveles de tejido adiposo, como ya hemos señalado, podrían terminar atascando las arterias y venas, y cuando la sangre no logra oxigenar correctamente a los órganos vitales, se acaba generando un paro.
Y esto es justamente lo que sucede cuando al dormir el oxígeno no logra llegar a los pulmones de forma adecuada, haciendo que el sistema respiratorio pudiera pararse y se produzcan episodios de apnea, donde la respiración podría detenerse por muchos segundos y en consecuencia, provocar la muerte.