Uno de los trastornos más comunes que padece nuestra sociedad son las cefaleas, comúnmente conocidas como dolor de cabeza. Esta dolencia se origina por múltiples causas y a veces provoca otras dolencias como problemas de vista, somnolencia, mareos o náuseas. La cefalea o dolor de cabeza, además, puede ser indicador de alguna enfermedad de gravedad como por ejemplo algún tumor, una hemorragia o meningitis.
Esta dolencia normalmente ocasional es muy frecuente en las personas, sin embargo cuando este síntoma persiste o es de gran intensidad es recomendable acudir a un médico para que descarte algún trastorno más grande que se deriva del dolor de cabeza.
Esta dolencia es motivo de consulta médica muy habitual en los centros de salud. Diferenciar patologías y encontrar el origen de dolor no es tarea sencilla en muchas ocasiones ante la dificultad de expresar y definir el dolor por parte de los pacientes así como la intensidad, la localización, factores y características de este trastorno.
Dependiendo de los hábitos de vida (si practicamos o no deporte, el tipo de dieta, si estamos estresados o nerviosos…) y de exámenes clínicos se pueden deducir las causas que originan este trastorno. Por tanto, es necesario tener una buena base de la sintomatología del paciente, conocer los antecedentes familiares y los hábitos y ritmo de vida para descubrir si se trata de una cefalea primaria o secundaria.
Hay muchas formas para prevenir y combatir las cefaleas: evitar fumar, no abusar del alcohol, dormir al menos 8 horas diarias, no abusar de medicamentos, evitar el estrés y el nerviosismo, hacer meditación, beber dos litros de agua al día, practicar deporte, gozar de una dieta sana y equilibrada, evitar la cafeína, sentarse correctamente, evitar el aire acondicionado muy frío, no estar muchas horas delante de la pantalla del ordenador o de la televisión, etc.
Es imprescindible no automedicarse, pues el tratamiento farmacológico tan solo puede asignarlo un médico. Es cierto que existen ciertos medicamentos “simples” para tratar estas dolencias pero es necesario un estricto control para evitar su abuso o efectos adversos.
Cerca del 90% de la población mundial ha padecido o padece este trastorno y, según diversos estudios, la cefalea es más frecuente en mujeres que en hombres. Se trata de uno de los síntomas más antiguos de la historia de la humanidad. Hay múltiples escritos y datos sobre la cefalea por parte de múltiples culturas y civilizaciones en las que se plasman gran variedad de alusiones a este trastorno. Se trata de un tema de gran relevancia dentro del sector sanitario del que se han llevado a cabo miles de estudios e investigaciones.
La cefalea es, por tanto, una en su gran mayoría de casos pero que si persiste o es de gran intensidad es aconsejable acudir a un especialista para determinar las causas, el origen y aplicar un tratamiento. La cefalea, en su gran mayoría de casos, es un proceso orgánico natural y propio del ser humano. Son múltiples los factores que pueden desencadenar este dolor, por ello, es importante gozar de una vida saludable.