Las especies vegetales son una fuente de recursos que nos otorga grandes posibilidades, como pueden ser las setas alucinógenas como medicina natural. Desde los inicios de la humanidad el hombre ha buscado en las plantas y distintas variedades vegetales remedios para sobrevivir. La alimentación y la salud son aspectos clave para el ser humano y las plantas ofrecen un sinfín de posibilidades culinarias y medicinales.
Dentro de las plantas medicinales encontramos multitud de posibilidades para tratar todo tipo de dolencias y enfermedades. La medicina química que conocemos hoy en día se fundamente en la fitoterapia, es decir la rama y disciplina que se encarga del estudio y la aplicación de tratamientos terapéuticos basados en las distintas especies vegetales.
Las múltiples investigaciones que se han llevado a cabo desde hace siglos han aportado mucho en el campo de la ciencia. Sin embargo, aún quedan miles y miles de especies por descubrir y analizar, principalmente de pueblos y tribus separados del resto de la sociedad, como por ejemplo de países de África o de América del Sur.
Una de las propiedades más llamativas de ciertas especies es el alucinógeno. Los principios activos de los alucinógenos son la distorsión de la realidad y las alucinaciones. Dentro de esta clasificación destacan las setas alucinógenas que son de gran relevancia en ciertas culturas, principalmente en América del Sur.
Las setas alucinógenas se emplean por distintas civilizaciones como remedios terapéuticos y como ingrediente esencial en rituales o ceremonias culturales. En nuestra sociedad carecemos de investigaciones científicas contundentes que analicen con exhaustividad las propiedades de estas especies a causa de las connotaciones negativas que poseen (las setas alucinógenas están consideradas por ley como droga). Hay estudios que demuestran que las propiedades de las setas alucinógenas pueden servir de gran ayuda para tratar distintos trastornos psicológicos, sin embargo muchos descartan la posibilidad de aplicarlo ante la peyorativa etiqueta que se les otorga a estas especies.
En nuestro país está totalmente penalizado el consumo de este tipo de especies. Sin embargo, es posible adquirirlas en tiendas especializadas, conocidas como growshops, con fines decorativos o para llevar a cabo diversos estudios de botánica.
El consumo de setas alucinógenas puede provocar diversas reacciones, principalmente la sensación más normal que se evidencia es la distorsión de la realidad modificando los parámetros de nuestra mente.
Estos organismos al ser consumidos nos trasladan a una nueva dimensión, una nueva realidad totalmente insólita. Muchos atestiguan que la experiencia de su consumo puede hacernos cambiar la forma de ver la vida, aunque depende también de la persona, la dosis y el estado emocional de quien lo consume. Si no se está en buenas condiciones físicas y psíquicas el consumo de setas alucinógenas nos puede ocasionar un “mal viaje”, es decir, puede provocarnos sensación de pánico y miedo de forma abismal.
Es evidente que las setas alucinógenas, nos guste o no, poseen unas propiedades de gran envergadura y potencial. Es esencial, por tanto, que científicos, médicos y psicólogos se dediquen a realizar investigaciones y estudios con estas especies para tratar, curar y erradicar enfermedades de diversa índole.
